4.4.07

Rodia's Complaint

Si tan siquiera amagara con lamentar cada uno de mis errores no tendría tiempo para cometer uno más. El precio de instalarse en la reflexión es aceptar la indigencia acontecimental.
Luego está, por supuesto, la posibilidad de no cagarla siempre. Pero esta no es una consideración genérica, sino personal, así que la desecho.
Y basta por hoy.


P.d.: Mi agradecimiento a C.C. por su generosidad y su atención. Me tranquiliza estar seguro de que sabes -que sabéis- disociar mi afecto, sincero y casi incondicional, de los ataques de misantropía que padezco. Un abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De una misántropa ocasional a otro misántropo, de nada.

pd: ¡abajo Infiltra2!