Esta mañana he tenido la ocasión de acceder a un puesto muy mal pagado pero completamente satisfactorio a nivel de horario y sobre todo de función a desempeñar -incluso el tema pecuniario se arreglaría en tres meses-.
Pero la cagué. ¿Por qué? Por falta de picardía, dirían los convencionales. Pero aún permanezco imbuido de radicalismo sabático: la verdadera razón estriba en la perniciosa costumbre de la sinceridad. Decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad desemboca en el fracaso, esto es, la permanencia en los dominios del frappuccino.
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2 comentarios:
¿Qué le dijiste tio? Bueno sea lo que sea, llegará un momento en que habrá que aplicar Maquiavelo a las relaciones laborales (usease, lo mismo que hace el enemigo propietario de los medios de producción xD xD)y, en este caso, el proceder sería el siguente: lo "bueno" en el ámbito laboral no es aquello que obedece al código de conducta moral aplicable a las relaciones entre individuos fuera de ese ámbito, sino que "bueno" significa "idóneo" en terminos instrumentales: es necesario mentir para conseguir el puesto (y mentir es BUENO porque CONSIGUE el objetivo) xD xD.
Nada nada, mientras no nos entre en la cabeza la aplicacion de dos codigos de conducta diferentes (uno para la vida en general, otro para las relaciones laborales en particular) no vamos a ningun sitio.
1besito y ánimo con el manejo de bombas calóricas.
R.
fue lo siguiente: a un pequeño empresario librero -con un empleado y buscando otro- que hace una oferta de contrato indefinido porque busca estabilidad no se le puede decir que estás preparando una oposición(=cuando la apruebe me piro) que además es una estupidez porque si el sueldo progresa y el contrato es estable no me importa mandar al carojo la oposición por un curro en elo que puedo conocer un mundo que me interesa.Soy gilipollas, vamos, aunque no me lo confirman hasta el sábado o domingo -cuando el tio me ha dicho que llama para confirmar que NO cuenta conmigo-.
Al menos pagó él el café.
Hablando de morales, voy a reproducir en una entrada una propuesta del colega Feyerabend que nos va al pelo...
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