9.3.06

A voces

O a grito pelao llamamos a las ideas a veces...pero no vienen o, cuando menos, se retrasan un huevo, como Ulises, que se fue a Troya a por tabaco y tardó veinte años en regresar; mientras tanto la pobre Penélope dale que te dale a la rueca, que ya son ganas de coser, hostias, ni que fuera de la Sección Femenina. Nunca entendí ese empeño en el retorno y menos para no reencontrar a tus seres queridos, que ya no existían, o no como fueron y se les quiso, sino para toparse con unos completos desconocidos: la vieja costurera y el postadolescente pendenciero-y un pelín afeminado de tanto tiempo en el gineceo: "Brokeback Ítaca" sería la pelicula favorita de Telémaco, me juego lo que sea(siempre que no sea mío). Arriba se puede ver el jepeto que se le quedó al bueno de Ulises cuando contempló los estragos que el transcurso de los años habían provocado en el otrora esbelto y grácil porte de su esposa: donde hubo una mirada clara y limpia, cataratas y patas de gallo; la perlada boca de jugosos labios habíase transformado en una tenebrosa cueva de la que emanaban vahos putrefactos y de la que pendían desvaídos, flácidos, como compungidos y amedrentados dos longanizas arrugadas y descoloridas; la gravedad desconoce la misericordia, pero su ensañamiento en Penélope fue especialmente virulento: senos y nalgas habían abandonado sus lugares originarios para acompañar a ombligo y rodillas, respectivamente, en el viaje por la autopista de la poco honrosa senectud rumbo al Hades sombrío; ella, que había desconocido la vellosidad en su juventud, era presa de una efervescente proliferación pilosa en cada rincón de su vetusto cuerpo. Para qué seguir describiendo...No conviene regodearse en la narración de las desventuras que todos habremos de conocer, unos antes que otros, por supuesto. Triste Ulises, qué disgusto, madre mía. Con lo bien que estaba yendo de puerto en puerto, haciendo lo que hacen los marineros: navegar, ejem.
Esta no es una versión apócrifa del mito de Odiseo, para nada: está literalmente transcrita del libro La verdadera verdad de las cosas verídicas que sucedieron a los griegos en tiempos antiguos a la luz de las veraces fuentes consultadas en los archivos de la Komintern, que nadie más que yo ha consultado y que nadie más que yo podrá consultar porque me comí los documentos tras haberlos memorizado, de César Vidal, así como en la egregia obra de investigación histórica La Guerra de Troya: La conspiración del socialista Agamenón para destruir la civilización de Ilión, de Pío Moa, y, por supuesto, en la interesante, reveladora, valiente y combativa Epístola contra sociatas, comunistas, ecologistas, feministas, nacionalistas, secesionistas, antiespañoles y opositores a mi en general de Federico Jiménez Losantos, escrita en colaboración con Ignacio Villa, Amando de Miguel y Jaime Ignacio del Burgo, coautores y editores a su vez del polémico pero imprescindible España se acaba: ZP, Carod y la Internacional Gay contra la Civilización Occidental. Aspectos sociológicos, económicos, político-ideológicos, morales, deportivos y super chungos del problema en cuestión.
El caso es que como tengo seco el cerebro tengo que recurrir a estas cosas. Bueno, quizá compense esto, que a mi la verdad no me parece del todo fiable, con algo estéticamente reconfortante.
Adeu desde la Montaña.

2 comentarios:

Cereas dijo...

Muy Bueno si señor me ha hecho soltar unas buenas carcajadas :D

NSTR dijo...

Cuando he visto el cuadro me he quedado alucinado, menos mal que encaja completamente en la historia.
Por cierto, el que estudia historia eres tu, pero vamos, que a mi me suena esto un poco raro, aunque eso si: Muy ameno :-)
Saludetes