14.4.07

Una misión peligrosa

El Gran Polaco nos reúne una vez al mes para darnos cuenta de las epopeyas que pergeña en la soledad llena de humedades de su sótano/salón de té. Ayer tocaba, como todos los viernes 13, sesión extraordinaria.
Caballeros, comenzó diciendo sin dejar de hurgarse los dientes con la vara del aceite de un Lada del 78, los Charlines Polacos vamos a organizar unas jornadas de perfeccionamiento en el asalto a furgones blindados en la región de Podlaquia, así que preparad los petates y arreando. Pero antes leed las instrucciones que están en estos sobres.
Cojo uno y me estremezco. Carraspeo, meto las manos en los bolsillos acompañando un leve balanceo de caderas adelante y atrás, y por fin me atrevo a alzar la voz.
Líder -en voz baja y untuosa-, temo que en esta ocasión tenga que expresar una objeción a su plan, por otra parte tan idóneo en todo lo que no comprende este pequeño pero.
El Gran Polaco levanta una ceja, engulle la varilla de aceite y dice: Habla, miserable.
Si, verá, ¡oh clemente y misericordioso!, nada me complace más que satisfacer sus deseos, aunque con ello me gane la trena, como bien sabes, pani, pero percibo alguna lagunilla en su plan en lo que concierne, exclusivamente, a la conservación de mi poco íntegra persona en sus constantes vitales habituales.
¡Habla claro, perro!, grita.
Desde luego, sublime camarada a cuyo albedrío me someto consciente de tu superior calidad...¡Deja de lamerme mi prieto trasero polaco, mentecato!, me interrumpe. Oh, si, por supuesto...ejem, verás, camarada jefazo, y lo digo sin ninguna acritud, pero entre las muchas constumbres que ennoblecen al gran pueblo polaco hay una, la de patear judíos, que a mi mosaica persona le resulta amenazante.
¡Pero si tú eres sólo medio judío, estás semicircunciso, no hablas una palabra de hebreo y únicamente santificas las fiestas a las que acuden las enormes tetas de tu prima Judith, cerdo endogámico!, exclama.
Protesto -y me yergo mientras digo esto justificándome en una fingida indignación-, Gran Polaco, en primer lugar porque lo de cerdo me parece una alusión antisemita y, en segundo lugar, porque mi actitud hacia mi prima es sólo contemplativa y admirativa y, además, creo que somos primos terceros...En cualquier caso, y como no es mi estilo declararme insumiso, ¿podría al menos prescindir del disfraz de viejo rabino y la bolsita de piel con el símbolo del dólar atada a la cintura repleta de monedas de oro que me adjudica en estas instrucciones?
El Gran Polaco dibuja media sonrisa en su rostro de viejo lobo estepario y en su gesto leo el anticipo de una lección:
¿Acaso crees, Rodia, que con un fardo de dinero y la apariencia de indefensión ibas a salir indemne de una agresión aunque te enviara al mismísimo Jerusalén oeste?

Soy un saco de prejuicios, el Gran Polaco me ha vuelto a demostrar que tiene mucho que enseñarme y que me queda todo por aprender.
Bueno, continúa, veo que has tomado cuenta de la insondable ignorancia que atesoras. Tranquilo, ya has tenido tu escarmiento, no te haré pasar por nada que ponga en peligro tu integridad física. Así que, querido y fiel Rodia, aquí tienes tus nuevas instrucciones -y me tiende otro sobre.
Salgo del sótano/salón de ti, lo abro y leo el contenido de la breve nota que contiene: mi nueva caracterización es la de...¡oficial del Ejército Rojo!

Carcajadas tras la puerta.

7 comentarios:

Bor dijo...

No es "pani" sino "pan", salvo que lo hicieras a posta.
Siempre supe que eras un judío, siempre.

Bor dijo...

No es "pani" sino "pan", salvo que lo hicieras a posta.
Siempre supe que eras un judío, siempre.

R. dijo...

jeje, manía polaca de no hacer los diminutivos como aquí
Medio judío, disculpa. Somos una panda de mestizos por aquí. Yuuuuju!!

Bor dijo...

¿medio? Según ellos funciona así. Si tu madre es judía, tú eres judío. No hay judíos a medias.

R. dijo...

Bueno, a ver, aunque es la tradición más extendida y lo contemplado literalmente en la enmienda de 1970 a la Ley del Retorno (1950) -"a los efectos de esta ley, es considerada como judía una persona nacida de madre judía o convertida y que no pertenezca a otra religión"-, en la práctica tiene muchas ambigüedades, porque la misma enmienda a la ley extienden el derecho a adquirir la ciudadanía israelí a otros familiares y descendientes de judíos diaspóricos que no cumplen este requisito. Y ten en cuenta que yo no pertenezco a la religión judía, por lo que en esa señalada ambigüedad me puedo considerar no judío al establecer el criterio de fe religiosa.
Además, eso es si equiparamos judío a israelí.confesionalmente no soy judío. Y si te pones rabínico ortodoxo soy un judío dudoso.
Desde un punto de vista estrictamente descriptivo y aséptico soy de ascendencia medio judía.
Todos somos casi de todo en parte. Menos mal.

Bor dijo...

¿y cuándo has descubierto esa ascendencia? ¿no os lo has estado ocultando todo este tiempo para que no te matáramos?

R. dijo...

jajajajaja, que cabrón el hampón polaco:-)