ERC no es un partido, es una banda. Son frívolos, infantiles, irresponsables. No me gustan los nacionalismos, pero podría apreciar la vena izquierdista. Pero son gilipollas, me permito ser sumario, insultante y despectivo. No he visto ineptos políticos semejantes desde, no sé, Hernández Mancha, y soy cruel con él al compararle con los esquerrorrepublicanos. Menos de cinco meses de Entesa para sustituir la jaula de grillos del inoperante Tripartit del Tinell y se descuelgan con la propuesta de pactar un nuevo gobierno sobre la base de la realización de un -ilegal- referéndum de autodeterminación: con quien se apunte a la tontá, ellos van. Pensaba que la novatada ya estaba amortizada, que eso de verse con 23 escaños en el 2003 fue demasiado y no lo esperaban, pero que se encontraron con ello ante la excesiva dilación de Pujol en irse, el chocheo senil de Maragall y la estimulación de un nacionalismo catalán reactivo al discurso de reespañolización arrogante y vana del PP, que el mesianimo de Carod y el expeditivismo de chulo del barrio de Puigcercós se pasaría...pero no. No ha sido así.
ERC no tiene sentido de gobierno, capacidad de asumir responsabilidades institucionales de la importancia del gobierno autonómico, desconoce la lealtad política y hasta una cierta idea de la mesura y del ridículo. El PSC debería llevar muchos años pensando por qué un 40% del electorado que potencialmente le es cercano, y no hay más que ver el resultado sistemático de los resultados de las legislativas catalanas, pasa de votarle en las autonómicas. R. me decía que el filón estaba en el catalanismo en Cataluña. Yo le respondía, y lo mantengo, que no: hay que hacer una política transversal, no identitaria, para movilizar a un más amplio sector de la ciudadanía. El PSC tiene que dar un golpe sobre la mesa y no tolerar esas estupideces de los botarates de Esquerra, y si el precio es la pérdida del gobierno, bien pagado está. A ERC no le conviene el abrazo del oso de CiU, que puede alardear en su discurso de tanto nacionalismo como ellos y les ahogaría con el protagonismo en la gestión y el despliegue de su nutrido y experimentado aparato clientelar. ERC volvería a la insignificancia, a hacer compañía al PP de Cataluña, CiU recuperaría su papel de Padrino y el PSC renovaría crédito que, con honestidad y girando a la transversalidad casi natural de su posición en la sociedad catalana, le correspondería.
Pero, por favor, que ERC se vaya de una vez, que siempre que se sabe de ellos es por algún despotrique, astracanada o un feliz estrambote.
Una banda.
P.D.: la bobada anterior, hace una semana, fue la propuesta de Carod de las olimpiadas de las naciones sin estado, proponiendo Barcelona para su celebración. Di que si, ahí le has dado, machote, en el centro de las preocupaciones de la ciudadanía, eso si que sería un dinero bien gastado. Toma nation building de categoría.
27.3.07
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2 comentarios:
Hacer una "Nación sin estado" a mi me parece que es algo como "hacer un círculo pero sin circunferencia", no se cómo se puede hacer, pero vamos, que ellos deben saberlo porque sino no lo habrían dicho.
Saludos
En base a este articulo podrás entender el porque me revienta que estos tipejos tengan más poder que los pobres desdichados de IU.
Una imagen vale más que mil palabras
Haciendo publicidad XD
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