5.10.06

Resurrección


Qué carajo, el duende sedicioso que es como la tenia de la voluntad se ha impuesto: vuelvo al tajo.

La semana pasada vi Corrupción en Miami. Podría resumirse así: Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.
Pero dos cosas se salvan: una es la maravillosa Gong Li (con semejante actriz y poniéndole de acompañamiento al escarchahuevos de Colin cara-de-sabueso Farrell es una locura pretender hacer pasar por verosímil la resolución de su relación) y otra son determinados momentos de un chulopelotismo horterilla y algo macarra pero que con la canción justa y pericia videoclipera le sugieren a uno lo cojonuda que debe ser la vida de un pijo de Miami -véase momento discotecón del comienzo sonando Numb de Linkin Park y rollito noctívago con el Auto rock de Mogwai-.

El pasado martes vi a Luis Tosar, nuestro eminente actor gallego gloriosamente trasplantado al cine hollywoodiense con el papel que Mann le ha dado en esta película, el de un narcotraficante llamado Arcángel de Jesús Montoya -tócate los coj...- y que en esencia es un tipo con barba y cara de mucha mala hostia reconcentrada -que tu churri chinocubana se vaya a la isla de Fidel a enseñarle lo que valen un par de sábanas a tu nuevo socio bigotudo y teñido que además resulta ser un agente infiltrado de la pasma yanqui lo que tiene es que quema, pardiez- esperando al parecer a alguien frente a los cines Callao con una camiseta de fashion victim que válgame dios...lila (o morada)...con una etiquetita blanca en el borde de la manga izquierda...chungo el tema.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Juas, sabía que no podrías resistirte