26.10.06

Nocturno de Hortaleza


Tengo la muy arraigada sensación de que tras todo esto -y el esto es algo que me guardo para mi- nada me queda salvo, tal vez, la insistencia. No hablo de una perseverancia en la prosecución de algo, un algo que no existe, sino más bien de una especie de ciega persistencia, obcecada por ensimismamiento, una forma de contumacia, de estar porfiando con la realidad inexorable sin otro propósito que el de confirmarme en esa insistencia con la que me identifico y confundo. Una imagen estática y esotérica: golpeo una pared que no separa, delimita ni divide; es la pared y desde la pared, abandonada una de mis dimensiones e incorporado al lienzo como borrosa representación en el muro encalado, escuchando los golpes que no hago, sino que soy en esa pared exenta y huérfana, es decir, triste y libre.

No estoy seguro de haberme explicado una mierda, pero nada cambiaría lo contrario.

2 comentarios:

Cereas dijo...

???? Si te soy sincero no me he eneterado ni del NODO. :D

R. dijo...

Dicen que Eugenio D'Ors, después de dictar a su secretaria un texto, le preguntaba: "¿se entiende?", y si esta le respondía afirmativamente él replicaba:"pues oscurezcámoslo".

Nada más que un momento de bajón. Esto se me pasa con un mate ;))