
Alguno pensará que ya está éste con el asunto escatológico, pero esto va más allá de lo meramente caca-culo-pis. A ver, ¿alguien entiende por qué hay papel higiénico perfumado, y nada menos que con olores como vainilla? ¿Pero qué es lo que se pretende? Pocos aprecian las cosas inútiles como yo, y no es una afirmación a la ligera, pues si la práxis es la mejor crítica de la teoría, que diría un buen marxista como el "vaselinero" del Drams Cinema, uno que se decantó por las humanidades está libre de toda duda en cuanto a su predilección por lo generalmente considerado innecesario. Pero, de verdad, ¿no resulta incluso un poco sórdido, truculento, que del ojete emanen vaharadas de vainilla?¿Alguien imagina lo que podría suceder si Ronaldinho, tan aficionado a las Danet, se acerca a uno después de pasar por el trono y con la zona en la que la espalda pierde su casto nombre recién perfumada con tan alimenticias fragancias?
Esto se nos está yendo de las manos.
1 comentario:
Ahi pillín, ya entiendo por qué me decías en el comentario que pusiste en mi blog lo del rollo de papel. ¡Que pícaro!.
Por cierto, a ver si nos juntamos para el partido de España del mundial que comentabas.
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