
Antes derivé en prescindibles-por obvias-digresiones y perdí de vista el objetivo esencial de la disertación que había iniciado. Bueno, siendo realistas, de exposición detenida y metódica tendrá más bien poco; ni siquiera una logorrea, sino directamente una cagalera mental a propósito de esa cosa tan divertida que es la religión.
Que conste que aunque uno no se "apunte" a ninguna, no todas me merecen igual consideración. Decía Krahe en una canción -"el cromosoma"- que prefería caminar con una duda que con un mal axioma. Yo también. Y si no quedara más remedio que elegir preferiría ser cristiano católico dubitativo que adepto a cualquier otra religión de las que conozco. Por un lado, que queréis que os diga, pero a mi el rollo politeísta me parece poco serio. Cada vez que me hurgo en la tocha y extraigo un queco lo convierto en una deidad; y si no al queco en cuestión al hecho de sacarme el queco, o a la diosa protectora de los quecos; y otro para los palominos, los golondrinos, las zurraspas, las torcidas de los dedos de los pies, la pelusa del ombligo, los lapos, esputos, excreciones y secreciones que pudiera mi cuerpo, alabado sea, segregar. Y la versión animista tres cuartos de lo mismo. Además, que un dios es, por definición, un ser supremo; por encima de él no hay nada por tanto. El corolario lógico del ser supremo es ser absoluto, no parcial o sectorial: eso de que haya un ser supremo de la guerra, otro de las artes, otro del amor-dilección, otro del amor-concupiscencia, otro de los árboles con hojas verdes, otro de los arbustos que den frutos dulces, etc, es un cachondeo poco riguroso. Como diría Connor MacLeod: "Sólo puede quedar uno". El monoteísmo es un avance.
Ah, que no he hablado de las moñadas estas que consisten en religiones disfrazadas de filosofías, tipo budismo o confucianismo. Su enseñanza básica consiste en: "siéntate y contempla que bonito es el mundo". Joder, si eso me lo dijese un dios hasta me lo podría tragar, pero si resulta que el que me lo propone es un chino con barba o un indio al que le da un flús místico no completo-porque me cuenta mi hermana que hay tres etapas en el camino hacia la experiencia plena de lo divino: la purgativa, la iluminativa y la unitativa, y para mi que el indio de marras se quedó en la segunda- pues como que no, la verdad. Y de la reencarnación mejor ni hablar.
El zoroastrismo está bien, me son simpáticos los persas: hay dios, rollo filosófico oriental, un principio bueno y otro malo(Ahura-Mazdáh, el de la foto en su versión con alas, versus Angra-Mainyu), al final ganan los buenos, hay manual de instrucciones(el Avesta) y para la gente corriente no implica mucho encorsetamiento porque ya se encargan unos locos cariocos en aplicarse todos los rigores posibles. Pero le falta algo que enganche: lo divino es demasiado abstracto, se requiere algo material, algo concreto y cercano que se pueda percibir y con lo que podamos identificarnos: la Encarnación.
El Islam tampoco está mal, pues hay un tio que a los 40 años de edad va al desierto, se coge una insolación de narices-lo de la insolación es esencial en las tres grandes religiones monoteístas:si la cabeza no se calienta lo suficiente dios no asoma-, se le aparece un arcángel y le hace empollarse literalmente la palabra de Dios; nada de palabra "inspirada por Dios", sino reproducción exacta, ni una coma de más ni de menos. Ahí es nada. Pero una sola fuente intermediaria tiene sus riesgos, yo no lo termino de ver.
Pero llegan los judíos primero y luego les sale un grupo disidente, los cristianos. Aquí ya tenemos a Dios con nosotros-ya estuvo o ya vendrá-. La diferencia es fundamentalmente una cuestión de paciencia: los que se cansaron de esperar la llegada del Mesías optaron por dar crédito a un muchacho de Nazaret. Lo cierto es que andando el tiempo estos últimos demostraron más talento político y habilidad dialéctica, lo que consiguieron siendo menos exigentes intelectual y moralmente. Y además se centralizaron organizativamente. En el mantenimiento de esto último estriba mi mayor estima por los católicos que por los diversos grupos protestantes, donde cada uno acaba haciendo de su capa un sayo. Es más probable neurotizarse con la católica que con las iglesias reformadas pero es un mal asumible. Que orden, que limpito está siempre el Vaticano, que trapitos más guapos se ponen los Papas...Mola más y punto, asi de simple.
Hijitos, hijitas, hermanos todos los unos de los otros y los otros de los unos: ya es primavera en El Corte Inglés.
2 comentarios:
La fe se siente, no se elige.
(cuantos comentarios te estoy poniendo hoy, eh?)
Si, ya veo que estás muy participativa;-)
Pues yo creo que una fe para ser legítima y constructiva ha de escogerse, no puede ser la herencia impuesta e irrenunciable de nuestra primigenea socialización. Como bagaje personal siempre tendrá un valor, pero permitir que de manera acrítica nos determine o tan siquiera condicione no me parece acertado. La inmensa mayoría de la gente acepta como algo natural lo que reciben en vez de considerarlo como fruto de lo que han ido deviniendo sus antecesores; no significa que por ser lo segundo merezca menos estima ni tenga inferior importancia de lo que tendría caso de ser lo primero, sino simplemente que así la visión se ajustaría más a la realidad de las cosas.
Pero te reitero que si te apetece realizar una aportación con tu perspectiva del asunto la incluyo con sumo gusto, sin debate la civilización se degrada.
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