21.4.06

Explicación

(A Néstor y Jaime Mayor)

En varias ocasiones un par de colegas se han mostrado sorprendidos por mi renuencia a visitar las peluquerías con asiduidad. Ahora sabrán exactamente por qué: estar sentado, indefenso, ante un tio al que no conozco cuyas manos pululan alrededor de mi cabeza, una de las cuales sosteniendo un instrumento punzante y afilado como son unas tijeras, no me parece prudente. Y hacerlo frecuentemente por voluntad propia ya hay que calificarlo, sin riesgo a ser acusado de exagerado, alarmista o paranoico, de temerario.
Cuidaos de los peluqueros. Además, que como dijo Lao Tse en un pasaje hoy perdido del Tao Te Ching, "donde hay pelo hay aleglía".

No hay comentarios: